La frustración en el proceso de búsqueda laboral (y como convertirla en acción)

1724331243747

Jonathan Kierszenowicz

Fundador de Fyhunters | Career Coach | HR Consultant | Headhunter | Acompaño a profesionales a planificar su carrera para conseguir el empleo de sus sueños.

La frustración es uno de los estados de ánimo que suelen aparecer durante el proceso de búsqueda. Es importante entender cómo se forma este estado para poder revertirlo rápidamente y pasar a uno de acción y perseverancia.

La frustración comúnmente aparece cuando busco lograr un objetivo y, por alguna razón, me está costando más de lo que suponía y no logro ver la famosa «luz al final del camino».

Esto significa que la frustración aparece cuando mi mente está solo puesta en el resultado y no en el proceso, y aquí radica el primer error.

Por ejemplo, si me pongo una meta de encontrar un nuevo empleo en 3 meses (sin conocer en detalle las implicancias que tiene hacer esa declaración), pasan dos meses y todavía no estoy avanzando en ninguna posición, mi frustración va a crecer fuertemente porque veo lejos el cumplimiento de mi objetivo.

Ahora, si me puse como objetivo cambiar de trabajo de acá a 1 año, y pasan dos meses sin avanzar en un proceso, mi frustración va a ser menor.

Entonces, ¿Cómo puede ser que a igualdad de tiempos (2 meses en cada caso), cambie mi estado de ánimo?

Porque, lamentablemente, en esta sociedad somos muy resultadistas y perdemos el foco de que hacer una transición laboral no es solo mandar CVs, tener entrevistas y conseguir el empleo. Es un proceso de cambio muy importante que vivencia el ser humano (esto aplica tanto al que tiene empleo como al que no lo tiene), y solamente valorarlo por conseguir o no el empleo (que obviamente es lo que todos buscamos) hace que los niveles de frustración sean elevados durante todo el camino y eso haga que pierdas de vista un montón de pequeños logros que vas obteniendo.

Entonces, ¿qué recomiendo yo para mitigar el impacto de la frustración en un proceso de búsqueda?

Buscate una persona que pueda acompañarte durante el proceso: realizar un proceso de búsqueda en soledad no lo recomiendo. Puede ser un amigo, un coach, un psicólogo, un mentor, cualquier persona que pueda ser objetiva frente al camino que estás recorriendo y te pueda escuchar.

Andá registrando los pequeños cambios que vas implementando en tu día a día: una nueva entrevista conseguida, una respuesta de un reclutador, desarrollar una rutina más saludable, el rediseño de tu CV. Todos son pequeños pasos que te van a acercar a tu objetivo final, ¡valóralos todos!

Agradecé siempre las oportunidades que vayas teniendo que te permiten acercarte a tu objetivo: una entrevista laboral, un café con un contacto, asistir a un evento de networking, una sugerencia de un amigo.

Cuando la frustración te invada, corta de lleno con esa actividad: anda a caminar por un parque, haz algún deporte, practica tu hobbie preferido, pero es importante que te desconectes 100% de esa situación que te generó el estado de frustración.

Seteá objetivos acordes a tus posibilidades: si hoy no cuentas con mucho espacio para buscar trabajo, no te pongas como objetivo cambiar de empleo en 2 meses, porque sabes que no va a ocurrir.

A todos nos pasa en diversos momentos sentirnos frustrados, está bien que eso suceda, lo más importante es poder registrar esa sensación y utilizarla como combustible para seguir avanzando en tu camino.