Fundador de Fyhunters | Career Coach | HR Consultant | Headhunter | Acompaño a profesionales a planificar su carrera para conseguir el empleo de sus sueños.
Hace poco tuve la oportunidad de coachear a alguien que enfrentaba un desafío común: el miedo al cambio laboral. Después de 8 años en el mismo puesto, esta persona (en este caso era un conocido de mi familia) sentía que algo no encajaba en su vida laboral. «No sé si es miedo o comodidad, pero siento que no puedo salir de la empresa donde estoy», me confesó en nuestra primera sesión.
El tenía todo para dar el salto: habilidades, experiencia e incluso había tenido un par de ofertas laborales interesantes sobre la mesa. Pero sus pensamientos estaban llenos de dudas como estas:
«¿Y si no soy tan buena como creen?»
«¿Y si me arrepiento?»
«¿Y si no me adapto a la nueva cultura de la empresa?»
Estas preguntas no hablaban de su capacidad, sino del miedo a lo desconocido. Y es completamente normal. Cambiar no es solo asumir un nuevo trabajo; es también desafiar creencias y enfrentar la incertidumbre.
Lo primero que hicimos fue entender sus miedos y ponerles nombre.
¿Qué lo frenaba realmente?
¿Qué creencias limitantes estaban detrás de ese temor?
Después, lo ayudé a visualizar:
¿Qué pasaría si no cambia?
¿Qué podría ganar si lo intenta?
En su caso, las respuestas inclinaron la balanza hacia la acción. El potencial de ganar algo mejor superó el miedo a perder.
Con sus temores elaborados y resignificados, con su nivel de confianza elevado, nos enfocamos en construir un plan de cambio sólido, entre diversas herramientas y estrategias que diseñamos se destacan:
– Actualizamos su CV: Destacando sus logros clave y habilidades.
– Actualizamos su red de networking y empezamos a conectar colegas
– Optimizamos su perfil de LinkedIn: Para hacerlo más visible y atractivo.
– Empezo a darle posicionamiento a su linkedin con algunos post de su expertise.
– Practicamos entrevistas: Trabajamos respuestas claras y enfocadas.
– Hicimos un research detallado: investigó a fondo las empresas de su interés: su cultura, objetivos y valores.
Este último punto fue clave. Comenzar a conectar con personas dentro de esas empresas, potenciales colegas e incluso líderes, le dio confianza y claridad sobre el ambiente en el que iba trabajar. Puntualmente una persona interna de la empresa, lo conectó con un gerente con quien tuvo después la primer entrevista.
Tras 4 meses de preparación, esta persona aceptó una oferta en una empresa que había investigado a fondo, ocupando un puesto desafiante y alineado con sus valores.
Como verán, el proceso no fue rápido ni fácil, pero cada paso fue esencial para que el cambio se sintiera, mas seguro, correcto y emocionante.
Ningún cambio es sencillo. Implica un trabajo interno profundo: resignificar creencias, enfrentar miedos y confiar mas en nuestras capacidades. Con un buen acompañamiento, preparación y un buen research, puedo decir con certeza que la mayoría de los cambios son positivos y transformadores.
¿Te identificas con esta historia?