Fundador de Fyhunters | Career Coach | HR Consultant | Headhunter | Acompaño a profesionales a planificar su carrera para conseguir el empleo de sus sueños.
El momento en la entrevista en el que te consultan sobre tus expectativas salariales es crucial y por definición tenso. En esta instancia, la empresa busca entender tus expectativas y vos, como candidato, intentas obtener información sobre el sueldo y los beneficios que ofrecen.
Hoy me voy a poner del lado del candidato, trando de ayudarlo a maximizar esta instancia para obtener un sueldo mayor al que percibes actualmente sin perder la oportunidad de continuar en el proceso (o de ser elegido).
La decisión más importante sobre el salario debe tomarse antes de empezar la entrevista (ahora veran porque). Es fundamental que dediques un tiempo prudencial para pensar en tus expectativas salariales y beneficios pretendidos.
¿Por qué es necesario tener una noción clara del sueldo pretendido antes de la entrevista? Muy sencillo, para no perder tiempo. Esperar hasta la última instancia para ver si la empresa puede cubrir tus expectativas salariales es una pérdida de tiempo para ambas partes. No lo recomiendo.
Las expectativas salariales y de beneficios deben pre-acordarse en la primera entrevista, sin importar con quién sea. Obviamente nadie te va a formalizar un Job Offer en esta instancia pero si decirte si tu compensación pretendida está alineada a las posibilidades de la empresa. Como candidato, debes salir de esa reunión sabiendo si la empresa puede cubrir tus expectativas, y la empresa necesita conocerlas para saber si puede contar tu perfil para el resto del proceso. Esto incluye sueldo y beneficios, lo que se llama el paquete compensatorio.
¿Por qué considero tanto el sueldo como los beneficios en esta decisión? Porque a veces el salario final puede ser un poco menor a lo esperado, pero se compensa con los beneficios ofrecidos. Al fin y al cabo, el resultado final consta de ambas partes (sueldo+beneficios).
Ahora bien, la pregunta del millón… ¿Cómo defino mi sueldo pretendido? Siempre recomiendo a los candidatos que antes de las entrevistas se respondan las siguientes preguntas:
Las respuestas son muy personales porque cada uno valora su experiencia de manera diferente, tiene un nivel de vida distinto y necesita su sueldo para cosas diferentes. Mi recomendación es pedir un numero con el cual, durante los próximos seis meses después de tu incorporación, te olvides totalmente de tu cuanto ganas. El peor error es pedir una cifra que a los tres meses necesite ser ajustada. Si bien hoy en día, las empresas argentinas ajustan trimestralmente, a medida que la inflación siga cayendo, esto va a dejar de ser asi. Por otro lado, las empresas extranjeras que pagan en USD, ajustan cada seis meses o un año.
Además de responder esas preguntas listadas, siempre recomiendo hacer un benchmark de mercado. Pregunta a colegas cuánto están ganando, lee encuestas salariales, contacta a gerentes conocidos que puedan comentarte los sueldos de sus colaboradores. Pero no tomes las respuestas de forma literal, porque para obtener un dato preciso, la comparación debe ser con una empresa de tamaño similar, de la misma industria, de un puesto similar y con niveles de facturación parecidos. Ademas, a mi modo de ver, las encuestas salariales en Argentina no suelen ser muy útiles ni reflejan la realidad, dado que son una fotografía en un momento determinado y por lo general contemplan sueldos de grandes empresas (que son quienes adquieren el producto). PYMES y Startups no participan, y es sabido que, por ejemplo, en el mercado de IT, las startups suelen pagar mejor que las multinacionales.
Pero volvamos al momento de la entrevista. Cuando te pregunten sobre tu sueldo pretendido, mi recomendación es que digas un valor que tenga algún margen de negociación, no algo tan exacto, más en estos escenarios argentinos tan volátiles y con inflación. Esto te permitirá, en caso de que la empresa te ofrezca un 10% o 15% menos, aceptar la propuesta y mostrando tu interés por ingresar a la empresa.
Lo que si, nunca aceptes un salario que te deje incómodo con la decisión, porque a los tres meses querrás volver a buscar trabajo y será una pérdida total de tiempo para vos y para la empresa que te contrató.
Este debe ser un proceso sincero de ambas partes, donde si hay encuentro se genere la contratación y si no, que ambas partes cierren el proceso en muy buenos términos, para dejar la puerta abierta a para el futuro.
Como reflexion final, si bien soy un fiel defensor de que el desafío profesional y la motivación intrínseca son más poderosos que la parte salarial, todos tenemos un nivel de vida que mantener y aspiramos a vivir cada día mejor. Por eso, mi recomendación es que seas estratégico y desarrolles habilidades de negociación para llevar adelante un proceso win-win y que el cambio de empleo implique una mejora en tu calidad de vida.